Son las cinco de la tarde en el hotel Eurostar, un rascacielos situado a las afueras de Madrid, hay en la puerta una larga fila de jovencitas. Algunas llevan desde las 10 de la noche esperando, con la ilusión de que los cinco jóvenes que forman el grupo One Direction, que están haciendo entrevistas en la planta 28 del edifico, bajen a saludarlas. María y Fátima son dos de ellas pero hay más de 100. Ellas han venido desde Bilbao, norte de España. Durante meses ahorraron los 50 euros del billete de autobús de ida y vuelta, unos 65 dólares, y han viajado a la capital de España con la esperanza de ver a sus ídolos.
En el edificio Liam Payne, Louis Tonlinson, Niall Horan, Harry Styles y Zyan Malik, los cinco jóvenes, llevan desde por la mañana dando entrevistas a medios españoles y a corresponsales de medios extranjeros. Descubiertos por Simon Cowell en la edición británica de la serie Factor X, llevan más de 12 millones de copias vendidas de su primer disco: Up all night. Y ahora están presentando el segundo: Take me home. El próximo mes de mayo viajarán de nuevo a Madrid dentro de la gira que realizarán por Europa y en junio actuarán en el Foro Sol de la Ciudad de México.
“En este disco el sonido sigue siendo el nuestro pero de una manera más personal”, explica en un encuentro con un reducido grupo de corresponsales Liam.
Dicen que pese al éxito alcanzado siguen teniendo nervios antes de un concierto como cuando actuaron durante la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres; Louis reconoce que antes de cada actuación se dan un abrazo de grupo. “En los sitios grandes no ves la cara de la gente, así que aún el miedo es mayor”, añade.
Se consideran personas normales, así que tratan de seguir haciendo las cosas que hace cualquier chico de su edad, salir a tomar algo o ir de compras. Les gusta la fama pero echan de menos no poder pasar más tiempo con su familia y con sus amigos.
Admiran a grupos como Take That, en quienes han encontrado una gran inspiración. De España les gustan las mujeres y la paella, y les encantaría saber cantar en español, un idioma que, Liam dice, es “muy sexy”.
De su viaje a México guardan muy gratos recuerdos como cuando un grupo de fans les llevó al hotel serenata con un mariachi. Loius dicen que sus fans mexicanas “son las más locas del mundo” y lamentan que en aquella ocasión no pudieran salir a saludarlas por cuestiones de seguridad. “Nos dijeron que no había el personal suficiente y que si lo hacíamos podía ser peligroso para ellas y para nosotros, así que al final no lo hicimos”, recuerdan. ¿Y en Madrid sí las van a saludar?, preguntamos. “Lo intentaremos”, afirman.
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